Víctor y Dácil

"Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá." Mt, 7, 7-12

Quinta Entrada: La Ventana de Johary

Deja un comentario

¿Cómo funcionan las relaciones humanas?¿Cómo interactuamos con los demás?¿Nos conocen mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos? Las respuestas a todas estas preguntas y muchas otras las intenta encontrar la ventana de Johary, que, creación de los psicólogos Joseph Luft y Harry Ingham, pretende ilustrar la sociedad humana y sus interacciones. Muchas veces vemos las relaciones con otras personas como algo que obviamente nos somete a ser «juzgados y evaluados» por el resto de la sociedad pero, ¿no nos podemos evaluar a nosotros mismos?

La ventana de Johary busca también que nos demos cuenta de ese auto-conocimiento y poder evaluar así el tipo de relación que tenemos con las demás personas.

Imagen

Con la Ventana de Johary deberíamos poder darnos cuenta de que tipo de vida social llevamos, de forma que rellenáramos cada uno de los cuatro huecos de la tabla (yo libre, yo social, yo oculto o yo ciego) dependiendo de como sea cada uno de nosotros. De ese modo habrá cuatro posibles tipos:

Imagen

– El primer tipo corresponde a las personas que ni se conocen ni se dejan conocer por los demás; su socialidad es entonces prácticamente nula y su interioridad lo es también.

Imagen

– Al segundo tipo pertenecen las personas cuya personalidad y forma de ser son muy conocidas por los demás, pero que se conocen muy poco a si mismos. Este tipo de personas no suelen dar importancia a la meditación y reflexión interior y suelen darse más a las relaciones sociales.

Imagen

– En este tipo de Ventana de Johary se engloba a aquellos que quieren que los demás les digan cómo son, pero realmente ni se conocen ni se dan a conocer.

Imagen

-El cuarto tipo es el ideal, al que todos queremos llegar, al cual pertenecen las personas auténticas, sin dobleces, que se conocen a si mismos y de dejan conocer por los demás.

Muchas veces este relacionarnos con los demás se hace más difícl para unos que para otros, lo que queda muy bien representado en la fábula africana de El Corazón del Baobab, una bellísima historia que recomendaría a todo el mundo.

Deja un comentario